Desde hace ya una década, la brecha entre el marketing digital y el marketing tradicional parece hacerse cada vez más pequeña. Toda empresa o negocio sabe que ambas estrategias de ventas generan buenos resultados; sin embargo, lo mejor que puedes hacer desde ahora es dejar de considerarlas dos acciones por separado y comenzar a pensar en una estrategia de ventas que abarque tanto la publicidad tradicional como tus esfuerzos digitales.
Actualmente, sin importar el tipo de marketing que se desee utilizar, para lograr que un producto o servicio compita efectivamente en el entorno actual, se deben considerar distintos factores críticos de éxito como: la investigación centrada en el usuario, el desarrollo de experiencias, la diferenciación de productos y servicios, la comunicación estratégica, el branding, los social media y el servicio post-venta, entre muchos otros.
Así la construcción de una marca es un reto complejo que implica entender y aprovechar todas las variables involucradas en el sistema de consumo.
Durante la última década, el marketing tradicional ha experimentado grandes transformaciones a partir del crecimiento de la cultura digital y las demandas tanto de grupos emergentes como de consumidores sobresaturados por los medios convencionales, que ya no “ven ni oyen” a los “clásicos” anunciantes.
Por eso, hoy las estrategias publicitarias buscan generar experiencias “totales” o de 360 grados; para así acompañar a sus consumidores en distintos momentos del día y fomentar que estos se asocien emocionalmente para dar valor a las marcas.
Ya no podemos ver a los consumidores sólo bajo las visiones tradicionales de la publicidad y el marketing tradicional. ¿Cuántas veces no observamos anuncios difíciles de entender? o ¿cuántos servicios no están pensados para satisfacer realmente las necesidades de sus clientes? Las marcas deben entender a fondo la complejidad de sus consumidores para visualizar las posibilidades de acción que tienen.
Desde el auge del Internet y sobre todo, de las redes sociales, la publicidad ha dado una vuelta de 360º, ya que el mundo digital ha demostrado una gran funcionalidad y alcance con relación a las opciones tradicionales. Algunos factores importantes son:
Recuerda que además de esto, debes tener en cuenta el branding y su objetivo para comunicar los valores de diferenciación de productos y servicios. Sin embargo una buena estrategia mercadológica deberá hacer presente la calidad, personalidad, carácter, interés y emoción que buscan los compradores.
Aun con el auge digital, los consumidores demandan ahora una comunicación inteligente, de valor, veraz y oportuna en cualquiera de los espacios donde se desenvuelven día a día. Por esto, siempre hay que tomar en cuenta que la construcción de marcas debe partir de la comprensión de los gustos, deseos y necesidades de los consumidores, para prospectar escenarios, a partir de los cuales se conceptualizan los valores de diferenciación y los canales de comunicación más adecuados.
Esta dinámica sólo es posible desde la interdisciplina, trabajando en conjunto mercadólogos, diseñadores, tecnólogos, comunicólogos y empresarios, desarrollando una estrategia que contemple los objetivos de cada empresa, y es justo en este punto donde las estrategias de marketing tradicional se encontrarán con las nuevas tendencias y herramientas disponibles.
Con todo lo anterior, En Estrategas Digitales contamos con un enfoque de colaboración con diversas empresas en la definición e implementación de estrategias de diferenciación y promoción exitosas, a partir del uso efectivo de Internet, los medios electrónicos, el branding, la programación, la mercadotecnia y la comunicación, generando casos de éxito donde la interdisciplina funciona como un elemento clave para incentivar la competitividad, generando cambios positivos en la percepción de valor de los usuarios-consumidores.
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