De acuerdo con cifras del IMSS, el 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, lo cual es realmente preocupante si consideramos que esta supera a otros países como China y Estados Unidos. Además, se ha convertido en la principal causa por la cual las personas deciden renunciar a sus puestos de trabajo.
Se ha identificado que algunas de las causas más usuales de este tipo de estrés son la presión ejercida por el empleador, el acoso laboral, la falta de sentido en el trabajo, conflictos entre los empleados, un ritmo de trabajo acelerado y el temor constante a ser despedido, entre otros factores que sin duda tienen un gran impacto emocional.
El estrés laboral se origina debido a una presión constante generada por un entorno laboral problemático, lo cual resulta en un deterioro tanto físico como mental para el colaborador. Es importante destacar que esto no solo afecta al trabajador, sino que también impacta negativamente en la calidad de su convivencia tanto con otros colaboradores como con sus seres queridos.
Este tipo de estrés se manifiesta a través de distintos síntomas que pueden afectar la salud general de una persona. Entre los más comunes se encuentran la ansiedad, el miedo, la irritabilidad, el mal humor, la frustración y el agotamiento físico y mental. Además, puede generar un sentimiento constante de inseguridad, una gran desmotivación y una notable intolerancia ante diferentes situaciones o temas.
El estrés laboral puede tener efectos negativos significativos tanto a nivel individual como en el entorno laboral en general. En primer lugar, puede afectar el rendimiento, disminuyendo la concentración, la productividad y la capacidad de tomar decisiones acertadas. Esto puede generar frustración, baja autoestima y dificultades para cumplir con las metas y responsabilidades laborales.
Además, puede dificultar la separación entre el trabajo y la vida personal, lo que causa un desequilibrio en ambos aspectos. Es importante abordar el estrés laboral mediante diferentes estrategias. A continuación, te presentamos cinco consejos prácticos para lograrlo:
Recuerda que reducir el estrés laboral es un proceso gradual. Puede requerir tiempo, paciencia y experimentación para encontrar las estrategias y enfoques que funcionen mejor para ti.
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